Características dela inseguridad ciudadana en Lima
Primero, la inseguridad es percibida como el principal problema de la ciudad muy por encima del caos, el desorden y la mala calidad del transporte público , así como las cuestiones ambientales, sobre todo la contaminación del aire, que constituyen el segundo y tercer problema más importante respectivamente.
Segundo , en términos comparativos con otras grandes ciudades latinoamericanas , la tasa de homicidios es relativamente baja, aunque su tendencia es creciente En efecto , según información policial entre 1996- 2002 la tasa cayó de 9,2 a 3 por 100 mil habitantes , sin embargo , a partir de ese año la tasa volvió a crecer y el 2007 llego a los 10,5 lo que da cuenta de un preocupante incremento de tres veces en cinco años .Es posible que este se asocie a la creciente violencia del narcotráfico , fenómeno que, a su vez, se vincula a la mayor actividad de los carteles mexicanos en la ciudad.
Tercero, la tasa de victimización es alta, porque tres de cada 10 limeños declaran haber sido víctimas de delito en el último año .Los más afectados son las mujeres, las personas de la tercera edad ti los más pobres. (PUCP 2008 p.7)
Cuarto, del total de denuncias que se presentan ante la Policía en todo el país, la mitad se registran en Lima .De cada cuatro delitos denunciados en la capital, tres son de carácter patrimonial y en la mitad de ellos no se empleó violencia ni amenaza contra la persona. De acuerdo con la encuesta sobre seguridad ciudadana de la Universidad Católica, la mitad de los encuestados declararon haber sido víctimas de robos al paso- de bolso, cartera o celular- casi 19% de un robo en vivencia o local, 13% de atraco – con violencia o amenaza- y 5% de robo de autopartes. (PUCP 2008 p.8)
Quinto, existen serios problemas de convivencia como el consumo de bebidas alcohólicas y drogas en el espacio público, las riñas callejeras, los actos de vandalismo y el malestar que generan los bares, discotecas y otros establecimientos similares. Mientras la tasa de victimización se ha mantenido alta y estable durante los últimos dos años, la frecuencia con que se presentan las inconductas sociales que afectan la convivencia ha caído de manera significativa, aunque todavía se ubica en niveles altos. (PUCP 2008 p.7)
Sexto, el uso de armas de fuego no está aún muy extendido y, por tanto, el grado de violencia no es tan elevado comparado con el que se presenta otras ciudades semejantes. En efecto , si se exceptúa el homicidio , el uso de armas de fuego en los hechos más violentos-robos, amenazas y lesiones-fue de alrededor de 10% el 2005 .No obstante últimamente se han venido presentando muchos hechos de violencia incluyendo homicidas- con armas de fuego – al parecer asociados a ajustes de cuentas entre narcotraficantes.
Séptimo, en Lima Metropolitana y el Callao existen alrededor de 400 pandillas , que agrupan a más de 12 mil jóvenes y están asentadas principalmente en las zonas periféricas y emergentes de la ciudad ( Policía Nacional del Perú 2008 p.5) En algunos casos , estas pandillas están interrelacionadas con las actividades de las barras bravas. Tanto pandillas como barras bravas regularmente protagonizan enfrentamientos, algunas veces con armas de fuego.
Octavo, el consumo de drogas es percibido por la ciudad como la principal causa de la violencia en Lima. Otras causas son el desempleo, la pobreza y las desigualdades sociales, los bajos niveles educativos y las carencias afectivas en el hogar. Es interesante notar que, en la percepción ciudadana, las causa de la inseguridad están mucho más asociadas a negativas condiciones socioeconómicas que a limitaciones del sistema penal (PUCP p.6)
Noveno, la creciente inseguridad ha llevado a un mayor protagonismo de los municipios en la seguridad ciudadana, a través de la creación y el fortalecimiento de los mecenazgos, aun rápido desarrollo de la seguridad y vigilancia privada-tanto formal como informal- y a la creciente adopción de medidas de autoprotección vecinal.
Se calcula que en Lima existen aproximadamente 80 mil vigilantes privados , 30 mil sirven a empresas formales y 50 mil a informales. Se trata de una cifra elevada, sobre todo si se le compara con casi los 30 mil policías y los 5 mil serenos que cumplen con la función de seguridad en Lima. De acuerdo con la última encuesta de la Universidad Católica, 57% de limeñas y limeños cuentan con los servicios de un vigilante particular ,32%han enrejado o puesto trancas en las calles de accesos a sus viviendas y 26% se han organizado en juntas de vigilancia vecinal. El último año huno un incremento importante de medidas de autoprotección (PUCP 2008 p.3)
Decimo, según información del instituto nacional Penitenciario, en los últimos 15 años se ha producido un significativo crecimiento de la población penal de todo el país, que paso de 19 mil internos en 1994ª 41.500 el 2007 .Mas de la mitad de la población penal -52% - se encuentra en Lima, donde su crecimiento ha sido especialmente pronunciado a partir del 2002, año en el que había 12,500 internos y paso a ser 21.700 el 2007, lo que representa un incremento de 75% en cinco años. Considerando que a principios de la década ya existían serios problemas de hacinamiento y que casi no se ha incrementado la capacidad de albergue del sistema penal , se puede afirmar que la situación carcelaria es bastante delicada.
Décimo primero, a pesar de que la inseguridad es el ms importante problema de la ciudad, esta no es percibida como una responsabilidad principal de los alcaldes. Aunque esta percepción está cambiando – dado el mayor protagonismo de los municipios distritales a través de sus respectivos serenaszgos, la mayor parte de la población de Lima considera que el mayor responsable por la
seguridad en el gobierno central, a través del Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Perú (Ciudad Nuestra 2008 p.9)
seguridad en el gobierno central, a través del Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Perú (Ciudad Nuestra 2008 p.9)
Por último la confianza en la policía, institución fundamental para la seguridad de la ciudadana ya, es bastante baja. Más de la mitad de los encuestados tienen una percepción negativa del equipamiento institucional – 53%- su dedicación y servicios-52%-su trato respetuoso -64%-su imparcialidad-68%-su respeto por las leyes y su capacidad para atender las demandas ciudadanas -71% y su honradez-82%-Estas cifras reflejan el deterioro sin relación con años anteriores. Como en otras encuestas, la ciudadanía considera que la principal debilidad institucional es la corrupción (PUCP 2008 p.7)
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